jueves, 20 de octubre de 2011

Los que faltaban

                                      Una vez más los señores empresarios a través de su principal órgano representativo la CEOE por boca de su presidente se acaban de retratar en su afán de arrimar el ascua a su sardina en toda esta tramoya que se ha montado para la “solución de la crisis” con unas declaraciones que harían sonrojar al mas furibundo defensor del ultraliberalismo. En ésta espiral ascendente en la que nos encontramos en la cual, día sí, día no, diversos colectivos como inversores, banqueros, políticos y los mismos empresarios entre otros, compiten entre sí proponiendo medidas para llevarse la mejor parte del pastel de esto llamado economía, la suya por supuesto, en perjuicio de los mismos de siempre, los ciudadanos corrientes y molientes que constituyen la inmensa mayoría de la población y que son los principales artífices con su trabajo y su esfuerzo del funcionamiento de la verdadera economía, la economía productiva.
                            El problema de este país ha sido históricamente y por supuesto ahora mismo un problema de gerenciación; a poco que se estudie algo de historia, pocas veces hemos tenido unas clases dirigentes en lo social, lo político, lo económico y lo militar que dieran la talla frente a una población, el pueblo llano, que ha sido el que por sí mismo ha tenido que sacarse las castañas del fuego en las múltiples crisis de diverso cariz que periódicamente han asolado nuestro suelo.
                            Hoy en día esto se ve claramente. El trabajador español ha demostrado sobradamente su valía y ha sido apreciado por su productividad y rendimiento cuando ha tenido que salir fuera de nuestras fronteras para ganarse el pan. Y esto porqué ha sido?. Pues sencillamente porque allá donde ha ido se ha encontrado con una buena gerenciación y unas direcciones en las empresas donde ha trabajado que se creían en lo que hacían y sabían reconocer la formación, responsabilidad, carácter emprendedor y motivación de sus trabajadores. Todo esto lo podemos constatar en aquellas empresas foráneas instaladas en nuestro país que con trabajadores de aquí, trabajan con un espíritu empresarial inculcado en sus países de origen; como ejemplo tenemos la GM instalada en Aragón que pasa por ser una de las mejores plantas en productividad, entre otras cosas, de todas las que dispone ésta multinacional en diferentes países.
                            Así que señores de la CEOE, dedíquense a arreglar las cosas dentro de sus empresas que salvo algunas excepciones buena falta les hace a la mayoría; tengan espíritu empresarial, el de verdad, con todas sus consecuencias; y déjense de exponer opiniones que contribuyen a su enriquecimiento personal con la excusa de ayudar a la “solución de la crisis”.

1 comentario: